(A
los que sienten que ‘no son de aquí’…)
¡Vais rumbo a las estrellas!
¿Podéis ver el alcance de esta maravillosa afirmación?
Cierto es que de las estrellas habéis venido, pero también
verdadero es que vais rumbo a las estrellas nuevamente, pero con “tesoros”
nuevos en vuestro “REGRESO A CASA”. Esos “tesoros” son las vibraciones de
comprensión vital, es decir, las nuevas lecciones aprendidas en la Escuela-Tierra.
Viajáis rumbo a las estrellas en una “Nave” muy especial, el
Planeta Tierra. Comenzad a ver a la
Tierra como una “Nave” por que esa es una visión correcta
entre otras tantas como puede ser entendido a un planeta. Sois viajeros en una
NAVE-TIEMPO-ESPACIO que os lleva en un viaje sideral a un Cielo Dimensional
diferente. Este es el “viaje de la evolución”, y es vuestro camino.
El seguir con la NAVE-TIERRA en su vuelo evolutivo sideral es
menester de los que aceptan las características de ese “viaje” y su destino.
Nadie sube a un autobús sin saber su destino… ¿no es así…? Pues bien, todas las
mónadas espirituales sabían cuál era el destino de la NAVE-TIERRA al
abordarla, y fueron advertidas sobre los sinuosos y tortuosos senderos que en
su paso deberían sortear. Todas las mónadas solares ya lo sabían, “grandes” o
“pequeñas”, con mayor o menor luz, ya sabían las ‘Antorchas monádicas’ el
desafío que costaría aventurarse a navegar junto a la Nave-Tierra el camino
evolutivo. Era necesario conocerlo, al menos en “vibración señalada”, por que
no es posible tomar una decisión real sin conocer. Es por ello que las
Antorchas monádicas fueron llevadas por miles y miles, a un Concilio Cósmico,
en los albores de la vida en vuestro planeta, a fin de mostrar el Plan y
ofrecer este particular y único sendero de evolución. Así fue que millones y
millones de entidades solares se ofrecieron voluntariamente a abordar la Nave-Tierra ; y el gran
viaje comenzó para ellas.
Otras mónadas diferentes vinieron también a la existencia
planetaria como producto primigenio de la vida terrestre, teniendo que pasar en
su evolución desde la conciencia soñolienta del mineral, al vegetal, al reino
animal y luego al humano. Por que siempre en los albores de la vida de un
planeta, vienen a la manifestación “chispas” de luz del Fuego Central para
despertarse como Llamas, y “Fuegos o Llamas ya activas” con su doble función de
ayudar a la evolución naciente y aprender nuevas lecciones en su paso hacia el
Paraíso Celestial.
Tal ha sido la razón y causa por la cual muchos hermanos, hoy
peregrinos en este planeta, están sintiendo el llamado de las estrellas. Tal es
la razón y causa por la cual muchos sienten la verdad de estas señales de
contacto y sienten ayudar a difundir estas verdades. La razón esta en aquel
“SÍ” que habéis proclamado como Llamas monádicas, hace millones de años
terrestres, pero que no es tanto como creéis para la vida del Espíritu. Ese
“SÍ” suena aún hoy en y a través de vuestras almas humanas y hace impacto en
vuestras conciencias personales. Ese “SÍ”, el “SÍ” de una Llama monádica no es
ni por asomo un Sí vinculado a la palabra como la entendéis, pero sí es “un
sonar”, una energía, que ha impulsado siempre vuestro camino por la Tierra encarnación tras
encarnación.
En cada vida personal en la que el hilo de la vida monádica
ha enhebrado una perla más de experiencia material, ha sonado el fuego vibrante
de ese “SÍ”, pronunciado vibracionalmente por vuestro real Ser en aquel
Concilio Cósmico al cual se ha hecho referencia.
Es hora de Ver y Recordar!
Es hora de Ver y Crear de verdad!
Es hora de volver a las estrellas!, comenzando por el
RECUERDO de estas verdades, que anuncian desde el corazón solar: QUIEN SOIS!
Dejad “sonar” el “SÍ” una vez más a consciencia!
Anclad la PAZ
de vuestros Seres superiores!
PRESENCIA SOLAR
29-05-12 13 hs
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